Querido Delfín,
Sigo esperando el sinónimo que debes darme.
En la cabeza de ideas póstumas se siembra la revolución intangible.
Estamos sentados en la nada, sobre los codos de la humanidad que se arrastra ─simplemente es─; aquí sigo, preguntándole al ocaso cuándo me devolverá tu espíritu délfico.
Las uñas de la noche me engullen silenciosamente, los ojos del destino han abierto sus fauces y me llaman con voz de águila en el desierto.
«Ven a mí».
KARINA LUZ
De: EL GUARDIÁN DEL PLANETA DÉLFICO (novela)
Comentarios
Publicar un comentario